¿Se puede usar el agua residual depurada para riego?
El agua residual depurada es un tipo de agua que ha pasado por una serie de procesos físicos, químicos y biológicos para eliminar sus contaminantes de manera que el ser humano pueda hacer uso de ella. Ahora bien ¿Cuáles son estos usos? ¿Es posible usar el agua residual depurada para riego? A continuación, te explicamos todo lo que necesitas saber. ¡Vamos a ello!
¿Cómo se depura el agua residual?
El agua residual puede ser depurada de varias formas, dependiendo de dónde sea canalizada. Es decir, si acaba en una fosa séptica o en una depuradora de agua residual doméstica —muy populares en la actualidad—. El proceso —en ambos casos— tiene el mismo objetivo, puesto que se retira toda la materia sólida para poder tratar y aprovechar el agua por separado. En el caso de las aguas residuales comunes (las que van al alcantarillado general y de ahí hasta las instalaciones de tratamiento de aguas o Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (EDAR) se sigue el siguiente proceso:
- Pretratamiento del agua residual: El agua residual pasa por un primer proceso de depuración en el cual se retira toda la materia gruesa, como puede ser las piedras, grava, arena, plásticos, papeles, componentes orgánicos… Esto se lleva a cabo mediante un proceso decante, desbaste y desarenado.
- Tratamiento primario del agua residual: El tratamiento primario físico-químico se utiliza para aportar reactivos químicos al agua. Con ello lo que se consigue es que los restos sólidos de materia orgánica disuelta coagulen —añadiendo sales metálicas— y floculen —añadiendo polímeros que se unen a los coágulos—.
- Tratamiento secundario del agua residual: En este último paso se elimina por completo la materia orgánica que está disuelta en el agua.
En el caso de una depuradora de aguas residuales doméstica el proceso es muy similar, aunque más sencillo. En este caso se lleva a cabo un sistema de oxidación total mediante tratamientos biológicos compuestos por bacterias y microorganismos que facilitan la destitución y la modificación de la materia orgánica. Lo que hacen estos microorganismos es favorecer la segregación y la posterior separación de los fangos, que finalmente se depositan en espacios específicos dentro de la depuradora —el agua, en estos casos, puede ser extraída mediante una bomba de transporte aéreo—.
Aguas residuales para riego: ¿es posible?
Ahora que ya sabes cómo funciona un sistema de depuración de agua, ¿es posible la reutilización de aguas residuales para riego? La respuesta es sí. Ahora bien, es importante que cumplan con unas normativas específicas para garantizar la calidad del agua en cuestión y solicitar unos permisos específicos. El gobierno de España cuenta con el Texto Refundido de la Ley de Aguas (TRLA), concretamente en el artículo 109.1 en el cual se establece las condiciones básicas para la reutilización de las aguas, precisando la calidad exigible a las aguas depuradas según los usos previstos.
Tal como se especifica en el artículo 109.2 la reutilización de las aguas precedentes de un aprovechamiento requiere de una concesión administrativa como norma general. Ahora bien, si la reutilización es solicitada por el titular de la autorización del vertido de las aguas ya depuradas, entonces se requiere únicamente una autorización administrativa en la cual se establezcan las condiciones necesarias complementarias a las recogidas en la previa autorización de vertido. El artículo especifica, así mismo, que cualquier persona que haya obtenido la concesión de la reutilización de las aguas puede subrogarse por vía contractual en la titularidad de la autorización del vertido de aquellas aguas con asunción de las obligaciones que ello conlleve —incluido la depuración y la satisfacción del canon de control del vertido—.
Con la entrada del Real Decreto 1620/2007 con el cual se establece el régimen jurídico de la reutilización de las aguas depuradas se introdujeron una serie de medidas que tienen como fin aumentar la disponibilidad de los recursos hídricos permitiendo disponer de agua residual depurada para riego como un recurso alternativo en determinados sectores, logrando de esta forma un incremento del 35% en el uso de agua regenerada en los próximos años.
De hecho, en este mismo RD se especifica que el riego con aguas residuales, totalmente depuradas, de manera deficiente o sin depurar no se considera como un vertido siempre y cuándo no implique un deterioro de las aguas superficiales o subterráneas. Por supuesto, la autorización o concesión del uso de aguas residuales para el riego solo puede realizarse si se demuestra que el fin perseguido es realmente el de llevar a cabo un riego y no para encubrir la eliminación de las aguas residuales mediante el vertido del mismo sobre el terreno.
¿Qué debe incluir la autorización para el riego con aguas residuales?
Como hacíamos mención en el punto anterior sobre el agua residual depurada para riego y su aprovechamiento, es fundamental que la persona o empresa que vaya a hacer uso de ellas cuente con una autorización por parte de la administración. En ese caso lo que debe hacer es demostrar de manera justificada el fin de la reutilización del agua —es decir, justificar que no se trata de un vertido—. La justificación, en cuestión, se realiza mediante un estudio en el cual se valora las necesidades hídricas de los cultivos que pretende regar, de manera que se reduzca al mínimo o se elimine la percolación de los contaminantes.
En definitiva, solamente puede autorizarse la reutilización si se demuestra que no es un vertido. Es posible, así mismo, que además de la concesión de la reutilización, el Organismo de cuenca —o Confederaciones Hidrográficas, que son organismos autónomos de la Administración General del Estado con personalidad jurídica propia y distinta del Estado— exija condiciones complementarias a la autorización de vertido (previa), entre las cuales se exija un estudio hidrogeológico previo para determinar si puede afectar o no a las aguas subterráneas. Este organismo es el que se encarga de llevar a cabo los controles para averiguar si existe una afección al resto de las aguas como consecuencia de su reutilización.