El acceso al agua limpia y al saneamiento adecuado es un derecho humano fundamental, importantísimo para la salud y el bienestar.
Si el agua se encuentra contaminada o se ha llevado a cabo un saneamiento deficiente, existirá una alta probabilidad de propagación de enfermedades mortales, una amenaza grave para millones de personas en todo el mundo.
Las principales enfermedades que se propagan por el agua contaminada son:
Cólera
Una de las enfermedades más temidas transmitidas por el agua es el cólera. Esta enfermedad bacteriana provoca diarrea intensa, vómitos y deshidratación severa, y puede llevar a la muerte si no se trata rápidamente.
El cólera se propaga principalmente a través del consumo de agua contaminada con la bacteria Vibrio cholerae, y es especialmente común en áreas con saneamiento deficiente y acceso limitado a agua potable limpia.
Los brotes de cólera pueden ocurrir y propagarse rápidamente, causando epidemias devastadoras en comunidades vulnerables.
Disentería
Otra enfermedad grave transmitida por el agua es la disentería, que es causada por varios tipos de bacterias, parásitos y virus.
Los síntomas de la disentería incluyen diarrea sanguinolenta, fiebre, calambres abdominales y deshidratación.
La disentería se propaga a través del consumo de agua o alimentos contaminados con las bacterias o parásitos responsables, y es más común en áreas con saneamiento deficiente y cuando se llevan a cabo prácticas de higiene inadecuadas.
Hepatitis A
La hepatitis A es una enfermedad viral que afecta al hígado y se transmite principalmente a través del consumo de agua o alimentos contaminados con heces humanas infectadas. Los síntomas de la hepatitis A incluyen fatiga, náuseas, ictericia (coloración amarillenta de la piel o de los ojos causada cuando existe un exceso de bilirrubina en el cuerpo) y malestar abdominal.
Aunque la hepatitis A suele ser una enfermedad autolimitada, puede causar complicaciones graves en algunos casos, especialmente en niños pequeños y personas mayores.
La falta de acceso a agua potable segura y un saneamiento deficiente aumentan el riesgo de transmisión de este virus mortal.
Hepatitis E
Al igual que la hepatitis A, la hepatitis E es una enfermedad viral que afecta al hígado y se transmite a través del agua contaminada. Los síntomas incluyen ictericia, fatiga, náuseas y fiebre.
Aunque generalmente es autolimitada, la hepatitis E puede ser grave, especialmente en mujeres embarazadas.
Fiebre tifoidea
La fiebre tifoidea es una infección bacteriana grave causada por Salmonella typhi, que se transmite principalmente a través del consumo de agua o alimentos contaminados con heces humanas infectadas.
Los síntomas de la fiebre tifoidea incluyen fiebre alta, dolor de cabeza, dolor abdominal y erupción cutánea. Sin tratamiento adecuado, la fiebre tifoidea puede causar complicaciones graves e incluso la muerte.
La falta de acceso a agua limpia y a un saneamiento adecuado aumenta el riesgo de brotes de fiebre tifoidea en comunidades vulnerables.
Fiebre Paratifoidea
La fiebre paratifoidea es causada por la bacteria Salmonella paratyphi y se transmite de manera similar a la fiebre tifoidea, a través del agua y alimentos contaminados.
Los síntomas son similares a los de la fiebre tifoidea, incluyendo fiebre alta, dolor abdominal, y diarrea.
Giardiasis
La giardiasis es una infección causada por el parásito Giardia lamblia, que se transmite a través del consumo de agua contaminada con heces infectadas.
Los síntomas incluyen diarrea, dolor abdominal, hinchazón, náuseas y pérdida de peso.
La giardiasis es común en áreas con saneamiento deficiente y es especialmente peligrosa para los niños pequeños y personas con sistemas inmunológicos debilitados.
Criptosporidiosis
La criptosporidiosis es causada por el parásito Cryptosporidium, que se encuentra en el agua contaminada. Los síntomas incluyen diarrea acuosa, dolor abdominal, fiebre y vómitos.
Este parásito es particularmente resistente a muchos métodos de desinfección del agua, lo que hace que sea un desafío eliminarlo de las fuentes de agua contaminada.
Esquistosomiasis
La esquistosomiasis, también conocida como bilharzia, es causada por parásitos del género Schistosoma, que viven en el agua dulce contaminada.
Las personas se infectan cuando su piel entra en contacto con el agua infestada por estos parásitos. Los síntomas pueden incluir erupciones cutáneas, fiebre, escalofríos, tos y dolor muscular.
Si no se trata, la esquistosomiasis puede causar daño a los órganos internos y problemas crónicos de salud.
Poliomielitis
El poliovirus, que causa la poliomielitis, se puede propagar a través del agua contaminada con heces humanas.
La poliomielitis es una enfermedad viral que puede causar parálisis y, en casos severos, puede ser mortal.
Gracias a las campañas de vacunación, la incidencia de la poliomielitis ha disminuido significativamente, pero aún es una preocupación en áreas con saneamiento deficiente.
Leptospirosis
La leptospirosis es una enfermedad bacteriana causada por la bacteria Leptospira, que se encuentra en el agua contaminada por la orina de animales infectados.
Los síntomas incluyen fiebre, dolor de cabeza, escalofríos, vómitos, y en casos graves, puede causar daño a los riñones y el hígado, meningitis o problemas respiratorios.
Saneamiento, higiene y prevención
Las enfermedades transmitidas por el agua representan una grave amenaza para la salud pública en todo el mundo, especialmente en áreas con acceso limitado a agua potable segura y un saneamiento deficiente.
Es vital mejorar la infraestructura de saneamiento y garantizar el acceso a agua potable segura para prevenir estas enfermedades y proteger la salud pública.
También, es muy importante promover prácticas de higiene adecuadas mediante educación y campañas de concientización.
Solo mediante un trabajo coordinado a nivel local, nacional e internacional podemos combatir eficazmente estos peligros y proteger la salud y el bienestar de millones de personas en todo el mundo.
