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Agua y migración por primera vez se vinculan para generar estrategias y políticas migratorias y de gestión del agua conscientes y complementarias.

Agua y migración: impacto de la crisis del agua en los flujos migratorios

Agua y migración, dos fenómenos que desde el comienzo de la historia humana han afectado la vida de la mayoría de las personas. 

El agua siempre ha influido en el lugar donde vivimos. Hoy, a medida que el cambio climático acelera la crisis mundial del agua, el incesante aumento del traslado de personas en todo el mundo exige pensar más cuidadosamente una respuesta para convertir la crisis en oportunidades.

Informe del Banco Mundial

Flujos migratorios en la actualidad

La migración es un fenómeno mundial, que desde el comienzo de la historia humana, ha afectado la vida de la mayoría de las personas.

En la actualidad, hay un creciente aumento de la movilidad, tanto local, como regional y también global de las personas. Se estima que en el mundo hay más de 200 millones de migrantes internaciones y al menos, 763 millones de migrantes internos. Nunca antes se habían apreciado cifras similares. Sin embargo, a medida que aumente la globalización e interconexión entre países, es posible que la migración, además de aumentar, se acelere.

Las personas migran por muchas razones. Algunos buscan un mejor futuro para su familia, optando por estudios y empleo
en el extranjero. Mientras que otros huyen de los conflictos, la violencia y los desastres naturales.

Pero no son estas las únicas causas de la migración. Estudios recientes, (descargar PDF aquí), han demostrado que el cambio climático y las tensiones que genera en los recursos hídricos también influye en la movilidad de las personas.

Vínculos entre el agua y la migración mundial

Los recursos hídricos tienen una influencia importante en la migración. Desde los tiempos más antiguos, las civilizaciones se asentaban junto a ríos, lagos y acuíferos para garantizar la tenencia de este líquido vital.

Con frecuencia se asocia la migración con cuestiones políticas, socioeconómicas y ambientales. Es difícil señalar que
la escasez de agua, como factor único y directo, tenga un impacto potencial en los patrones migratorios.

Sin embargo, debemos  tener en cuenta que la crisis hídrica mundial y los cambios en el ciclo hidrológico del agua, impulsados por el cambio climático y el aumento de las temperaturas, afecta el bienestar y los medios de subsistencia de las personas. Por lo tanto, más de lo que se pueda imaginar, las personas se ven obligadas a abandonar sus lugares de residencia hacia condiciones favorables.

Ejemplos de cómo influye la crisis hídrica en la migración:

  • El aumento de la variabilidad e incertidumbre de las precipitaciones. Ello tiene sus consecuencias para las comunidades y la economía.

  • Las precipitaciones cada vez están más por debajo o por encima de los niveles habituales. Lo que genera incertidumbre climática y supone uno de los desafíos más difíciles para la humanidad.  

Definitivamente, los recursos hídricos y su disponibilidad, de forma tanto implícita como explicita influyen e impulsan los flujos migratorios.

Por supuesto, el agua no es, de ninguna manera, el único ni el principal impulsor de la migración. Pero tiene la capacidad de amplificar los movimientos de personas y agregar urgencia a los desafíos que enfrentan estos migrantes. Siendo un recurso básico para la supervivencia, un insumo necesario en todas las formas de producción y un recurso que puede conducir a conflictos o cooperación entre y dentro de los países, el agua tiene el poder de dar forma a la migración y a los patrones de desarrollo.

Ebb and flow. Volume 1: water, migration and development.

Las estimaciones sugieren que de los más de 1.000 millones de migrantes que hay alrededor del mundo, el 10 % de dichas migraciones se relaciona con el déficit hídrico. Además, se espera que la variabilidad climática, exacerbada por el cambio climático, según un informe del Banco Mundial, genere un aumento en los patrones migratorios actuales.

Las ciudades deben prepararse para albergar a los migrantes

La gran mayoría de los migrantes se trasladan a zonas urbanas. Es importante señalar que dichas zonas no están preparadas para hacer frente a tal expansión de forma eficiente y sostenible. Por lo tanto, es imprescindible comprender los patrones migratorios para poder desarrollar estrategias que ayuden a hacer frente a la crisis hídrica , ya sea para facilitar la migración o prevenir la necesidad de migrar. El Banco Mundial, presenta un menú de opciones para convertir la crisis del agua en oportunidades de crecimiento.

Migración y agua en los Objetivos de Desarrollo Sostenible

La Agenda 2030 se aprobó en septiembre del 2015 y por primera vez se incluyó la migración en la política general de desarrollo sostenible. Como resultado, se abordaron los vínculos entre el agua y la migración con el objetivo de arrojar luz sobre los complejos desafíos y oportunidades relacionados con la migración y también con la crisis hídrica mundial.

Los Objetivos medioambientales de Desarrollo Sostenible, concretamente el objetivo sexto sobre agua limpia y saneamiento, son la base para trazar estrategias migratorias y ambientales que se complementen y garanticen la gestión eficiente y sostenible de los recursos hídricos.

Conclusiones

Unas políticas migratorias y de gestión del agua conscientes son imprescindibles en un mundo en el que flujo migratorio
está en su punto más elevado, la urbanización seguirá aumentando y el impacto del cambio climático en el ciclo hidrológico del agua, apenas se empieza a manifestar. 

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