El valor del agua: cada gota cuenta
El agua es un recurso único, irremplazable y limitado. Como todos sabemos, es el elemento vital de nuestro planeta: esencial para la supervivencia y con un enorme valor en nuestras sociedades. Sin embargo, aunque nuestro planeta es predominantemente azul, solo el 1 % es agua dulce o apta para el consumo humano.
Nuestro planeta es tan profundamente dependiente del agua que cuando los científicos buscan la posibilidad de vida en otros planetas, primero buscan evidencias de agua.
IUCN
Datos interesantes acerca del agua
Los datos más recientes proporcionados por la Iniciativa de monitoreo Integrado ONU-Agua para el sexto Objetivo de Desarrollo Sostenible muestran que:
- En primer lugar, 2 mil millones de personas en todo el mundo todavía carecen de acceso a servicios de agua potable seguros y 36 mil millones carecen de acceso a instalaciones de saneamiento gestionadas de forma segura.
- Además, 2.300 millones de personas carecen de instalaciones básicas para lavarse las manos con agua y jabón en el hogar.
- La mayoría de las aguas residuales se devuelven a la naturaleza sin tratamiento.
- Una de cada cinco cuencas hidrográficas del mundo está experimentando cambios rápidos, como inundaciones o sequías, con mayor frecuencia e intensidad.
- El 80 % de los ecosistemas de humedales ya se han perdido.
Además, se estima que solo la mitad de los países del mundo cuentan con leyes, instituciones y presupuestos avanzados para la gestión sostenible y equitativa de los recursos hídricos.
Por otra parte, la creciente demanda de agua, la reducción de los recursos hídricos y los efectos del cambio climático, impulsados por un dramático crecimiento demográfico y económico, ya se empiezan a sentir. Casi el 10% de la población mundial vive en regiones con alto estrés hídrico. No obstante, la ONU proyecta que para el año 2050 dicha cifra aumentará a un 40 %.
El agua es un recurso que genera valor
El agua es un recurso que utilizamos en distintas actividades para generar diferentes beneficios. Por ejemplo:
- Consumimos agua potable y la utilizamos en higiene y saneamiento en nuestros hogares.
- Usamos agua para producir nuestros alimentos y bienes textiles.
- Empleamos el agua como medio de producción, ya sea un insumo directo o como parte de la cadena de distribución y almacenamiento.
- Dependemos del agua para la generación de hidroelectricidad.
- El agua también ofrece sus servicios mediante actividades que no la agotan, como navegar a través de los ríos o realizar deportes acuáticos para recreación y turismo.
- Además, el agua representa inspiración y belleza estética y puede ser sagrada en algunas culturas.
A su vez, el agua también tiene un valor medioambiental incalculable:
- El ciclo hidrológico también aporta beneficios como la regulación de sequías o inundaciones. Para mantener dicho ciclo es necesario conservar los ecosistemas relacionados con el agua.
- Igualmente, un buen manejo del agua de riego evita la erosión, salinización y desertificación de los suelos agrarios.
- Asimismo, mantener la recarga de acuíferos o un caudal ecológico y flujo de base en los cauces, es fuente de agua para los usos directos mencionados anteriormente.
En resumen, los aportes del agua al bienestar de los seres vivos y la resiliencia de los ecosistemas humanos son innumerables. La complejidad radica en que todos estos usos compiten entre sí, y aunque con frecuencia damos por hecho que el agua es infinita, en realidad es un recurso limitado.
Ignorar el potencial valor del agua entre todos sus usos es la principal causa de desperdicio y mala gestión.
El reto es compatibilizar distintas actividades; de forma tal que se entregue la mayor cantidad de beneficios del uso del agua al mayor número de personas y que, al mismo tiempo, se mantenga la integridad de los ecosistemas que aseguran su permanencia en cantidad y calidad para el presente y el futuro. Esta no es una tarea sencilla y es aquí cuando comenzamos a reconocer el valor relativo del agua.
Fuente: iucn.org UICN Sudamérica
La forma en que valoramos el agua determina cómo gestionamos y compartimos este recurso.
- Valorar las fuentes de agua, los recursos hídricos naturales y los ecosistemas
Toda el agua que consumimos es generada por los ecosistemas y a su vez es devuelta al medio ambiente junto con cualquier contaminante que le hayamos agregado. Por lo tanto, el ciclo hidrológico es nuestro ‘servicio ecosistémico’ más importante. Por esa razón, debemos contribuir a la conservación del medio ambiente para garantizar un suministro de agua de buena calidad y aumentar la resistencia a las crisis como las inundaciones y las sequías.
- Valorar la infraestructura, el almacenamiento, el tratamiento y el suministro de agua
Cuando la infraestructura que se emplea para almacenar, trasladar y limpiar el agua antes de devolverla a la naturaleza después del uso humano es inadecuada, se socava el desarrollo socioeconómico y se alteran los ecosistemas.
- Valoración de los servicios de agua, agua potable, saneamiento y salud
El papel del agua en los hogares, las escuelas, los lugares de trabajo y las instalaciones sanitarias es fundamental. Los servicios de agua, saneamiento e higiene agregan valor en forma de mayor salud y protección contra enfermedades, particularmente en el contexto de la pandemia actual COVID-19.
- Valorar los aspectos socioculturales del agua: atributos recreativos, culturales y espirituales.
El agua nos conecta con las nociones de creación, religión y comunidad. Y el agua en los espacios naturales puede ayudarnos a sentirnos en paz y aporta beneficios para la salud. El agua es una parte intrínseca de toda cultura, pero los valores que atribuimos a estas funciones son difíciles de cuantificar o articular. La economía a menudo considera que el agua es un recurso para el uso humano práctico y no presta suficiente atención a su valor sociocultural o ambiental.
Conclusiones acerca del valor del agua
Nuestra capacidad para valorar el agua está bastante limitada. Por ejemplo, las aguas residuales no son desechos, contienen nutrientes y bacterias que pueden contribuir a la nutrición del suelo y potenciar nuestras economías. Sin embargo, para muchos, las aguas residuales son contaminación y no una parte clave de la economía circular del agua.
Por eso, en Mayor Salud y Bienestar nos comprometemos a ofrecerte soluciones para el tratamiento de las aguas residuales de tu hogar. Somos conscientes de que las aguas residuales no son desechos. Por eso, nuestra misión es ayudarte a reutilizar el agua empleada en tu hogar y devolverla a la naturaleza de la misma forma que nos llega, conservando el medio ambiente. Sin compromiso, ponte en contacto con nosotros para más información.