Como hemos dicho en otras ocasiones, el tratamiento de aguas residuales es muy importante para proteger el medio ambiente y la salud pública. Este tratamiento tan crucial consiste en eliminar contaminantes y residuos del agua utilizada en hogares y negocios antes de devolverla al medio ambiente.
A través de distintos pasos, la depuración de aguas residuales hace que el agua tratada sea segura para su reintroducción en ríos, lagos o el océano. Veamos cómo es este proceso en detalle.
Aguas residuales: Recolección y almacenamiento
El primer paso en el tratamiento de las aguas residuales es recolectar y almacenar las aguas ya usadas.
Las aguas residuales pueden provenir de los hogares (aguas negras) o de las precipitaciones (aguas pluviales). Estas aguas son transportadas a través de sistemas de alcantarillado hasta las plantas de tratamiento.
Separación de residuos sólidos
En la planta de tratamiento, las aguas residuales pasan por varios procesos y el primer paso suele ser la eliminación de residuos sólidos gruesos como ramas, plásticos y otros desechos grandes.
Esto se realiza utilizando rejillas y tamices que retienen los materiales no deseados para su eliminación adecuada.
Tratamiento primario: Sedimentación
Después de la separación de los residuos sólidos más grandes, el agua residual pasa a través de tanques de sedimentación donde hay una separación por gravedad.
Aquí, los sólidos más pesados se asientan en el fondo como lodos mientras que el agua más clara queda en la parte superior.
Tratamiento secundario: Procesos biológicos
El siguiente paso tiene que ver con los biológicos para eliminar compuestos orgánicos disueltos.
El agua residual se introduce en tanques donde hay bacterias y microorganismos que descomponen los contaminantes orgánicos. Este proceso se conoce como tratamiento biológico y puede implicar el uso de reactores biológicos (como reactores de lodos activados o biofiltros).
Tratamiento terciario: Eliminación de nutrientes y contaminantes restantes
Después del tratamiento biológico, algunas plantas de tratamiento aplican un proceso de tratamiento terciario para eliminar nutrientes como nitrógeno y fósforo, así como para eliminar contaminantes persistentes como metales pesados y compuestos químicos.
Esto se puede llevar a cabo mediante el uso de tecnologías avanzadas como filtros de membrana, ozonización o adsorción con carbón activado.
Desinfección
Una vez completados los tratamientos primario, secundario y terciario, el agua tratada se desinfecta para eliminar patógenos como bacterias, virus y parásitos.
Los métodos comunes de desinfección incluyen el uso de cloro, ozono o luz ultravioleta.
Descarga o reutilización
Por último, el agua tratada se libera en los cuerpos de agua superficiales o subterráneos, o en algunos casos puede ser reutilizada para riego agrícola u otros usos no potables después de un tratamiento adicional.
Una combinación de tecnologías físicas, químicas y biológicas para limpiar el agua contaminada
La depuración de aguas residuales es un proceso complejo pero esencial para prevenir la contaminación del medio ambiente y proteger la salud pública.
A medida que la demanda de agua limpia aumenta, es preciso invertir en nuevas tecnologías de tratamiento de aguas residuales para que podamos pensar en la sostenibilidad y la seguridad del suministro de agua en todo el mundo.
Además, la depuración de aguas residuales no solo beneficia a la salud humana y ambiental, sino que también promueve el uso responsable de los recursos hídricos y la conservación de la biodiversidad acuática.
Este proceso tiene que ir evolucionando para que podamos contar con un tratamiento más eficiente y sostenible de las aguas residuales y, de esta manera, aspirar a tener un futuro más limpio y saludable para todos.
